Seúl desde hace mucho tiempo ha contemplado aumentar significativamente su colección de misiles balísticos, incluidas las 'opciones nucleares', así como su arsenal convencional y bioquímico.
Durante su reunión celebrada el 7 de noviembre los líderes de Corea del Sur y EEUU han acordado cancelar las restricciones sobre la carga explosiva de las ojivas de los misiles. Por ejemplo, el proyectil surcoreano Hyunmoo-II podría portar hasta una tonelada de explosivos.
"Con una ojiva de una tonelada avanzaremos considerablemente en nuestra capacidad para atacar al liderazgo de Corea del Norte", declaró el experto en misiles de la Universidad Aeroespacial de Corea, Jang Young-geun, en una entrevista al medio The Korea Herald el verano pasado.
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Las ojivas con carga explosiva más pesada permiten que Corea del Sur sea capaz de penetrar un búnker y un túnel reforzado en el territorio norcoreano. El autor subraya que muchas instalaciones militares, silos de misiles y centros de mando de Corea del Norte están escondidos bajo la tierra.
El columnista señaló que los mandatarios Donald Trump y Moon Jae-in discutieron la posibilidad de armar Corea del Sur con sistemas bélicos avanzados.
Asimismo, un cargo militar surcoreano luego reveló a la agencia de noticias surcoreana Yonhap que hubo discusiones acerca de la posible introducción de submarinos nucleares en la Armada surcoreana.
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El columnista puso de relieve que tal paso está prohibido por las reglas existentes, pero estas pueden estar alteradas a fin de contrarrestar a la 'amenaza norcoreana'.