"Las ideas románticas de los bolcheviques habrían podido ponerse en práctica en dos, tres o cuatro generaciones", señaló el experto al comentar si los conceptos iniciales de los revolucionarios eran viables.
Sin embargo, Krejci subrayó que sin el rápido desarrollo industrial ocurrido en Rusia tras la Revolución, la historia del mundo habría sido más trágica.
"Creo que si la industrialización no hubiera sido llevada a cabo por un período de tiempo tan corto —en 20 años los bolcheviques fueron capaces de crear un estado relativamente moderno, con una población instruida, con una industria de producción de armas modernas y con oficinas de diseño capaces de crear armas modernas—, la URSS habría perdido la II Guerra Mundial y habría llegado nuestro fin", afirmó el analista.
"Los ideales originales de los bolcheviques, sin duda, eran muy elevados. La transferencia de los terrenos a los campesinos, la prohibición de la pena de muerte, la libertad de la autodeterminación: ¿qué podría ser mejor? Si todo esto se evalúa con relación a la época, se puede concluir que en el contexto de un retraso económico de Rusia, era casi imposible hacer realidad los ideales de los bolcheviques. Se trata, en particular, de las ideas de construir la democracia directa, porque precisamente para este fin se inventaron los sóviets", recordó el politólogo.
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Krejci opinó que en la actualidad, el centenario de la Revolución Rusa es un importante motivo para celebraciones, porque representa un "impulso romántico, un intento de alcanzar y adelantar a Occidente".
No obstante, el politólogo destacó que "hoy en día no hay necesidad de hacer a la gente salir a la calle para un desarrollo evolutivo". Lo comentó en referencia al posterior desarrollo de la Unión Europea, que "podría desintegrarse sola, si la crisis sigue profundizándose".