"Esa empresa se mexicanizó en 2007, no tenía ingresos porque era una tenedora [sociedad financiera], no tiene efectos fiscales y eso es lo que fue (….), su objetivo era pedir inversiones en América Latina en telecomunicaciones, su nombre es completamente transparente", dijo Slim en entrevista con el periódico mexicano La Jornada, publicada este 8 de noviembre.
Los dos socios eran Bell Canadá, con la misma participación que Slim, y la estadounidense SBC Communications con el resto, fundada con el fin de tener participación en los mercados de telecomunicaciones en Latinoamérica.
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Slim, quien respondió a una periodista del diario mexicano durante un acto en la residencia presidencial de Los Pinos, dijo que la empresa "se trata de un holding [consorcio] que se estableció en (el año) 2000 y se llama Telecom Americas Bermuda, o sea, tiene el nombre y el apellido de dónde está, cómo se hizo, etcétera".
"Lo que se aportó a esa empresa fue la inversión que teníamos en ATL de Brasil, y ellos [sus socios] tenían inversiones en Brasil y en Colombia; ese era el holding [consorcio], no está ocultando nada, simplemente está reportando lo que es", añadió el multimillonario.
"Se reportó a la bolsa, como se tienen que reportar todas las cosas que están obligadas a ello", aseguró.
El magnate, quien comenzó su emporio al comprar la estatal Teléfonos de México, privatizada en 1990, añadió que después compró las acciones a sus dos socios de EEUU y Canadá, para adquirir todo el consorcio.
Opacidad en paraísos
Slim relató que aquella alianza fue "simplemente una empresa normal", que fue absorbida por América Móvil, "en el inicio de nuestra entrada a América Latina", y calificó la investigación sobre las filtraciones como "amarillista".
El investigador del organismo ciudadano Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, responsable del capítulo México de la indagación, dijo que las grandes fortunas del mundo se mudan a paraísos fiscales "acogiéndose a los beneficios que otorga la ley".
Explicó que su trabajo consiste en "investigar si los inversionistas que sacan su dinero de sus países de origen no lo declaran a las autoridades fiscales, porque si no lo reportan con sus respectivos impuestos, significaría una evasión fiscal delictiva".
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En la primavera de este año, Olmos se sumó con cinco periodistas de México que integraron un grupo de 380 colegas de varios países, que viajaron en sigilo a la ciudad alemana de Munich, en la primavera de este año, para analizar la información conseguida por el diario liberal bávaro Süddeutsche Zeitung.
En el año 2000, cuando se creó el holding, con un capital de 2.500 millones de dólares, apenas una de cada 10 personas contaba con un celular básico en América Latina.
Dos años después, Slim controló por completo el consorcio, incorporó las concesiones telefónicas en varios países Latinoamérica, hasta crear el emporio de más de 360 millones de líneas en 25 naciones, incluidas algunas europeas.
Olmos relató que la firma de abogados Appleby, con una historia de casi 120 años, trabajó con Slim "en la siembra de la semilla" hace 17 años, "cuando esa isla figuraba como uno de los paraísos fiscales más opacos", con tasa cero y anonimato a los capitales extranjeros.
El investigador y su equipo tuvieron el primer contacto con los periodistas alemanes en diciembre del año pasado, y en marzo, en Alemania, cada equipo nacional se comprometió a rastrear los nombres de sus países en una montaña de 13,4 millones de documentos.