"La creciente demanda global y la caída de los suministros han impulsado los precios de la mantequilla. Ya que los supermercados franceses no están dispuestos a pagar más por el producto lácteo, los productores están llevando su producción al otro lado de la frontera", destacó el medio.
El problema se debe a que los minoristas franceses se niegan a aumentar los precios de la mantequilla, incluso en unos pocos centavos, afirmó Thierry Roquefeuil, presidente de la federación de productores de leche FNPL.
"Los productores de lácteos ven que hay una demanda externa a precios más altos, por lo que venden en el extranjero, y con razón", subrayó Roquefeuil.
En términos globales, la tonelada de mantequilla, que costaba 2.500 euros —cerca de 2900 dólares— en el 2016, se ha triplicado prácticamente y alcanzó los 7.000 euros —unos 8.150 dólares— por tonelada en el año corriente.
La cuestión de la mantequilla llegó, incluso, a ser discutida en el Parlamento francés. Stephane Travert, el ministro de Agricultura de Francia, dijo que espera que pronto se pueda llegar a un acuerdo entre los minoristas y los productores de lácteos.
"Quiero asegurarles a todos los consumidores que pronto la mantequilla encontrará su camino de regreso a los estantes de las tiendas y que los consumidores no se verán privados de este producto francés que hace honor a las mesas francesas y es el orgullo de la producción láctea francesa", destacó Travert en la Asamblea Nacional de Francia, el 25 de octubre.
Según el medio, la escasez en Francia se agravó tras una "oleada de pánico" por parte de los consumidores para abastecerse en las últimas semanas. Sin embargo, las proyecciones de la industria muestran que después del pico más reciente, los precios de la mantequilla podrían bajar ligeramente ya que la producción de leche está mejorando.
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