En la asamblea legislativa de esta autonomía kurda se leyó el 29 de octubre un comunicado en el que Barzani anunciaba que no permanecería en el cargo de jefe del Kurdistán iraquí después del 1 de noviembre, fecha en que expira su mandato.
"Barzani seguirá siendo miembro del Consejo Supremo del Kurdistán iraquí, tiene poder real y entró en la historia del pueblo kurdo como político que inició el referendúm sobre la independencia, apoyado casi incondicionalmente por la población, de ahí que no debe surgir un vacío legal hasta las elecciones que deben celebrarse en la autonomía el año que viene", señaló la experta.
A juicio de la experta, aunque se mantienen las contradicciones entre los diversos partidos de Kurdistán, no son tan grandes para poder provocar una crisis interna.
En cuanto a las relaciones de la autonomía con Bagdad, la situación es tranquila e incluso la dimisión de Barzani "puede tranquilizar a algunos exaltados en Bagdad", dijo al agregar que de momento los políticos de Bagdad y Erbil se portan sensatamente sin permitir que el conflicto se convierta en una confrontación peligrosa.
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La consulta popular, calificada de ilegal por Bagdad, también se llevó a cabo en áreas en disputa, incluida la provincia de Kirkuk, una zona que alberga grandes yacimientos de petróleo.
El 16 de octubre, Irak lanzó una operación para recuperar esta provincia controlada desde 2014 por las milicias kurdas peshmerga.