"El presidente será elegido de nuevo, el puesto del presidente se mantendrá", dijo a Sputnik al añadir que las elecciones se celebrarán paralelamente a las parlamentarias, previstas para julio de 2018.
Al mismo tiempo, el representante del PDK comunicó que la dimisión del presidente del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, no agravará la crisis política en la autonomía sino que calmará a la oposición.
"La sesión del Parlamento se celebró en presencia de todos los partidos, el partido opositor kurdo Movimiento del Cambio (Goran) también participó, por eso la dimisión de Barzani es un paso positivo hacia la unidad", dijo Babakr.
Destacó la necesidad de devolver al partido Goran cargos ministeriales que ocuparon antes sus representantes.
Babakr precisó, además, que el Ministerio de Asuntos de los Peshmerga debe emprender esfuerzos para unificar a todos los grupos de milicias.
La decisión de Barzani se enmarca en el contexto de la crisis entre Bagdad y Erbil que se agudizó tras el referéndum del 25 de septiembre, en el que un 93% de los electores, según datos oficiales kurdos, votó por separarse de Irak y proclamar la independencia.
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La consulta popular, calificada de ilegal por Bagdad, también se llevó a cabo en áreas en disputa, entre ellas la provincia de Kirkuk, una zona que alberga grandes yacimientos de petróleo.
Ese mismo día los militares iraquíes tomaron el control de Kirkuk y varias instalaciones estratégicas.
El Gobierno del Kurdistán iraquí ofreció a Bagdad declarar un alto el fuego y empezar el diálogo y a cambio prometió congelar los resultados del referéndum de autodeterminación.
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