"Hablaban de que el presidente Masud Barzani iba a dimitir (…) tenía una intención muy fuerte, mis parientes que trabajan allí ya estaban preparados a irse, Barzani debería pronunciar un discurso y entregar el poder al primer ministro y al Gobierno", dijo Babakr.
Añadió que "los estadounidenses no le permitieron irse en el momento actual".
"Si dimite, habrá un gran caos, pues en Oriente un líder carismático juega un papel muy importante", dijo.
La consulta popular, calificada de ilegal por Bagdad, también se llevó a cabo en áreas en disputa, entre ellas la provincia de Kirkuk, una zona que alberga grandes yacimientos de petróleo.
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El 16 de octubre, Al Abadi lanzó una operación para recuperar la provincia controlada desde 2014 por los peshmerga, como se conoce a las milicias kurdas.
El Gobierno del Kurdistán iraquí ofreció a Bagdad declarar un alto el fuego y empezar el diálogo y a cambio prometió congelar los resultados del referéndum de autodeterminación.
El 27 de octubre el primer ministro iraquí, Haider Abadi, suspendió las operaciones militares en el norte del país por 24 horas.