"Este sábado 28 de octubre, entre las 10.00 y las 14:00 hora local (14:00 y 18:00 GMT), la DEA y las instituciones de orden público locales, comunitarias y tribales darán al público la ocasión número 14 en siete años para eliminar de sus hogares medicamentos recetados vencidos y potencialmente peligrosos, no utilizados y no deseados con el fin de prevenir el abuso y el robo de píldoras", dice el comunicado.
La DEA no puede aceptar sustancias líquidas, agujas ni objetos cortantes, aclara el texto.
"Eliminar las sobras de analgésicos y de otras medicinas adictivas del hogar es una de las mejores formas de prevenir que un miembro de su familia se convierta en una víctima de la epidemia de opioides", dijo el administrador en funciones de la DEA, Robert W. Patterson.
El funcionario añadió que el "mal uso de fármacos opiáceos recetados ha conducido a más gente por el camino de la adicción que ninguna otra sustancia", y sostuvo que "el abuso de esas medicinas ha impulsado la epidemia nacional de opioides, que ha a su vez causó la mayor cantidad de muertes por sobredosis que ha vivido este país".
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El presidente de EEUU, Donald Trump, decretó el jueves la emergencia nacional de salud pública por la crisis de los opiáceos.
En una campaña similar realizada en abril, la población entregó unas 450 toneladas de medicamentos recetados.
En las 13 operaciones realizadas hasta ahora, la DEA recolectó más de 4.050 toneladas de píldoras.