El mandatario declaró "la crisis de opiáceos una emergencia nacional en salud pública bajo la ley federal", en una conferencia de prensa desde la Casa Blanca.
"Vamos a combatir agresivamente la epidemia de opiáceos desde todos los frentes", aseguró el mandatario.
El presidente recordó que unas 64.000 personas murieron en 2016 por sobredosis de opiáceos, lo que supone 175 muertes diarias y siete muertes por hora.
"Hay más muertes por sobredosis que por disparos de armas de fuego y accidentes de tránsito", dijo el mandatario.
"Mueren por sobredosis siete personas por hora y esta es por lejos la mayor causa de muerte no intencional", añadió Trump.
Trump firmó una orden ejecutiva que ordena al Departamento de Salud y Servicios Humanos a levantar regulaciones y otorgar a los estados más flexibilidad para el uso de fondos federales.