"En 2016, tres de cada cuatro asesinatos de personas defensoras de los derechos humanos en el mundo ocurrieron en las Américas y el 41% de estas personas asesinadas fueron aquellas que se oponían a proyectos extractivos o de desarrollo, o que defendían el derecho a la tierra y a los recursos naturales de los pueblos indígenas", dice un comunicado de la CIDH.
"También en 2016 un estudio que se hizo en 25 países detectó 281 personas asesinadas por defender derechos humanos (…) y 143 (más de la mitad) ocurrieron en Colombia, Brasil, Honduras, México, Guatemala, El Salvador, Perú y Venezuela", describió.
El Mecanismo de Acciones Conjuntas para Contribuir a la Protección de las Personas Defensoras de los Derechos Humanos en las Américas se lanzó en la sede de la Cancillería de Uruguay y contó con la presencia del alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, y del presidente de la CIDH, Francisco José Eguiguren, entre otras autoridades.
Informe sobre buenas prácticas
La primera acción concreta del mecanismo "es la elaboración de un informe conjunto sobre buenas prácticas: cuáles son las cosas que funcionaron en algunos países, cuáles son los mecanismos de defensa, de prevención y para asegurar el acceso a la justicia y para que estos crímenes no queden en la impunidad", explicó Rivero.
"Sin duda vendrán otras acciones, hay visitas a países planificadas y reuniones con defensores y defensoras para escucharles, para saber qué esperan y qué entienden en el terreno que puede servir y ser efectivo", dijo.
Las dos entidades intensificarán una labor de cooperación que ya realizan "aprovechando sus capacidades nacionales, regionales e internacionales, aprovechando sus fortalezas complementarias y creando conexiones más sólidas entre sus funcionarios", señala el comunicado de la CIDH.
Los defensores "de los derechos humanos son esenciales para el funcionamiento saludable de las sociedades y, sin embargo, en los últimos años, en las Américas han sido cada vez más atacados (…) son víctimas de amenazas, campañas de difamación, detenciones arbitrarias, malos tratos, e incluso, tortura", dijo el alto comisionado Al Hussein en la ceremonia.
El funcionario de la ONU añadió que "muchos de ellos corren el riesgo de ser víctimas de ataques violentos, a veces mortales, incluso por parte de particulares vinculados a intereses empresariales o a poderosas bandas criminales".
David contra Goliat
Los defensores de derechos humanos y de pueblos indígenas a menudo "se enfrentan a enormes intereses económicos y financieros de industrias extractivas, de multinacionales que quieren entrar a territorios en el Gran Chaco o en la Amazonía donde todavía hay pueblos indígenas en aislamiento voluntario o sin contacto inicial con el mundo exterior", describió.
"Ahora, por la gran presión que hay para la explotación de recursos, incluso hasta ellos están llegando las empresas, y por eso estamos viendo este nivel de desprotección", argumentó.
Derecho penal como arma
Rivero explicó asimismo que, además de estas "amenazas más tradicionales, que en muchos casos terminan siendo ataques mortales (…) cada vez vemos más el uso del derecho penal para criminalizar a los defensores de derechos humanos".
En este contexto, el informe sobre buenas prácticas busca "ayudar a los Estados a proteger a los defensores y defensoras de derechos humanos" que tienen "un rol muy especial y significativo que se relaciona también con el desarrollo y el fortalecimiento de una democracia vibrante", dijo.
La funcionaria de la CIDH negó que planifique listar a los países donde más se cometen estos crímenes.
"Tratamos de no hacer rankings de países y además son situaciones diferentes; en algunos países son asesinados directamente, en otros tenemos un gran nivel de impunidad, en otros tenemos unas amenazas que hacen que estén amedrentados y hayan dejado de defender derechos", ejemplificó.
El lanzamiento de este mecanismo se realizó en el marco del 165º período de sesiones de la CIDH, que se desarrolla entre el 23 y el 27 de este mes en la capital uruguaya.