"Reafirma que más allá de los extravíos, de las políticas erráticas, más allá de los que tratan de destruir los puentes, de destruir la comunicación, persiste entre las naciones y entre los hombres algo que Benito Juárez señalaba con intensidad: el respeto al derecho ajeno es la paz", expresó ante medios periodísticos el intelectual al pie de la escultura ecuestre, creada en 1958 por la artista norteamericana Anna Vaughn Hyatt Huntington (1876-1973).
Al referirse al sitio seleccionado para instalar la pieza de 5,6 metros de longitud y 8,5 toneladas de peso frente al antiguo Palacio Presidencial (hoy Museo de la Revolución), Leal describió su simbolismo.
"Este lugar tiene una alta significación: desde la terraza norte de Palacio donde Camilo Cienfuegos pronunció su histórico discurso, siguiendo a Máximo Gómez, el generalísimo que lo acompañó en la hora definitiva y mirando al mar, hacia ese país que conoció como pocos", explicó en referencia a Estados Unidos, donde Martí organizó la revolución entre 1880 y 1895.
Según Leal, donaciones realizadas por norteamericanos, la comunidad cubana residente en Estados Unidos y otros contribuyentes del mundo, hicieron posible la copia y fundición de la efigie en Nueva York por KC Fabrications.
Gratificó el también miembro de la Academia de Ciencias de Cuba el papel desempañado por el Museo del Bronx para que se cumpliera el proyecto, y encomió la acción de su directora, Holly Block, recientemente fallecida.
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Respecto a la escultora, Leal la calificó de mujer iluminada por una vocación artística, con espontánea y afectuosa devoción a la historia de Cuba, "reflejada también en su estudio para acometer esta obra pues buscó todos los elementos de juicio, y a la vez se inspiró en el cuadro del pintor cubano Esteban Valderrama sobre la muerte de Martí en combate".
La base del monumento, de granito negro, se realizó exactamente igual a la original y con las mismas inscripciones, en español e inglés, que fueron consultadas en su día a Gonzalo de Quesada, el director de la Fragua Martiana, ya fallecido, se informó.
Tras desembarcar por Playitas de Cajobabo el 11 de abril de 1895 junto a Gómez, jefe militar de las fuerzas independentistas, Martí murió en combate el 19 de mayo de 1895, en una zona del oriente cubano conocida como Dos Ríos.
El historiador de La Habana refirió en su encuentro con los periodistas que en las relaciones entre la isla y Estados Unidos no hay otro camino que el del respeto mutuo, y enfatizó en que de ocurrir lo contrario los cubanos estarían dispuestos como Martí a morir "por lo que creemos".