Durante el XIX congreso del Partido Comunista de China, Xi Jinping prometió reequipar al Ejército Popular de Liberación para el 2035 y convertirlo para el 2050 en la fuerza más potente del mundo.
Nueva doctrina
De acuerdo con los cálculos no oficiales, que incluyen los rubros secretos del presupuesto de China, los gastos militares de Pekín ya han superado los 200.000 millones de dólares. En cualquier caso, el gigante asiático ocupa hoy en día el segundo lugar en el planeta, después de EEUU, en cuanto a la magnitud del presupuesto militar y el primer lugar en cuanto al número de efectivos.
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A comienzos de este año, las autoridades chinas fundaron el Consejo Central para el Desarrollo Cívico-Militar Integrado. Esta estructura realiza trabajos de desarrollo experimental, crea nuevas tecnologías de defensa e implanta nuevos conceptos tácticos y estratégicos, además de analizar la experiencia militar extranjera. Es posible incluso que desempeñe tareas de espionaje.
Kotz escribe que EEUU ya implanta una doctrina parecida que persigue como objetivo contener al gigante asiático. Claro está que a Pekín no le gustaría que en el futuro Washington obtuviese una seria ventaja, opina Vasili Kashin, analista del Instituto del Lejano Oriente de Academia de Ciencias de Rusia.
Deshacerse de 'la chatarra'
Actualmente, China utiliza aproximadamente 8.000 tanques de combate. La tercera parte de su parque es anticuada. Por ejemplo, los tanques chinos Tipo 59 fueron construidos ya en los años 50 del siglo pasado sobre la base de los tanques soviéticos T-55.
Se prevé que en el marco del programa de rearmamento, estos veteranos chinos sean sustituidos por los tanques modernos Tipo-96 y Tipo-99. Además, este año China ha lanzado en producción masiva los carros de combate VT-4.
Igual de anticuados son los carros blindados, la artillería y los sistemas de defensa antiaérea que se utilizan en el Ejército chino. China se deshace paulatinamente de los clones de vehículos soviéticos construidos entre los años 60 y 70 del siglo XX y pone sus propios desarrollos en servicio.
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Por si fuera poco, hasta el 2019, las autoridades chinas planean poner en servicio el caza de quinta generación J-20, que, según Kots, es el futuro de la aviación del gigante asiático.
La Armada
El ritmo de la modernización de la Armada china sorprende a muchos expertos. Durante los últimos 10 años, el Gobierno chino ha acelerado considerablemente la construcción de buques y submarinos de todas las clases, incluidos cruceros y portaviones.
En julio de este año, la novedosa plataforma de desembarco MLP 868 Donghaidao, acompañada por el universal buque de desembarco del proyecto 071 Jinggangshan, tomó el rumbo hacia las costas de Yibuti. Estas naves participarán en la construcción de la primera base militar china en el extranjero.
Kots destaca que solo EEUU cuenta hoy en día con naves de clase MLP.
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Efectivamente, el Donghaidao representa una unidad autónoma que es capaz de crear en la costa enemiga una base para el desembarco de las tropas chinas. Para alcanzar este objetivo, el buque tiene bodegas espaciosas, una flotilla de lanchas y plataformas para los helicópteros.
Además, China botó en 2017 el segundo portaviones Shandong que, junto con el primero, el Liaoning, es 'pariente' del Almirante Kuznetsov ruso. Por si fuera poco, el gigante asiático planea construir un buque adicional de un proyecto similar.
"Pocas cosas se conocen sobre este proyecto. Es obvio que [este barco] será nuclear y superará al Liaoning y al Shandong en cuanto a tamaño. (…) Las autoridades chinas utilizarán precisamente este tipo de buques para proyectar su fuerza en cualquier punto de los océanos mundiales".
El espacio y la 'high tech'
En lo que se refiere al desarrollo de las últimas tecnologías, Pekín sigue pisando los talones de EEUU. Durante el año pasado, el Pentágono comunicó que la inteligencia estadounidense detectó entre los años 2014 y 2016 siete lanzamientos de aparatos hipersónicos chinos DF-ZF.
Estos sistemas son capaces de desarrollar una velocidad de más de 6.000 kilómetros por hora. Se considera que es imposible interceptarlos con ayuda de los sistemas de defensa antiaérea y antimisiles.
Paralelamente, el gigante asiático sigue poniendo en servicio de forma muy activa los nuevos misiles balísticos intercontinentales Dong Feng 41. También está desarrollando vehículos aéreos no tripulados de nueva generación.
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En particular, al país asiático creó un dron que utiliza energía solar. Los científicos chinos consideran que, gracias a la alta tecnología aplicada en su diseño, el aparato puede permanecer en el aire más tiempo que los drones tradicionales.
En las próximas décadas, Pekín continuará aumentando su 'ejército' de naves espaciales. El país asiático ocupa el segundo lugar después de EEUU en cuanto al número de satélites militares. Por ejemplo, China sigue desarrollando en la actualidad el sistema de navegación por satélite Beidou.
En junio, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, firmó con su homólogo chino, Chang Wanquan, una hoja de ruta para los años 2017-2020 que prevé desarrollar la cooperación bilateral en la esfera militar.
En teoría, la alianza de estos dos potentes Estados de Eurasia podría desafiar incluso a las fuerzas unidas de la OTAN.
"Las autoridades militares y políticas de China entienden que, tras el colapso de la URSS, Pekín no tiene rivales en la región y mantiene con Rusia relaciones exclusivamente amistosas", concluye Kashin, citado por Kots.
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