"Hemos terminado el primer trabajo en equipo de evaluación y análisis de la investigación" para "esclarecer las circunstancias en las que estos hechos sucedieron y determinar la responsabilidad penal de quienes hubieran podido incurrir en delitos", dijo la fiscal general encargada, María Paulina Riveros, según informó su despacho.
Setenta personas de la Fiscalía participan en la investigación, la cual ha avanzado "a muy buen ritmo en la recolección de evidencia", dijo Riveros.
La funcionaria precisó que fueron seis los muertos en la masacre, pese a versiones de los pobladores que indican que en la zona aún hay cadáveres sin levantar y que otros fueron escondidos por los agentes de la Policía Antinarcóticos luego de ocurridos los hechos.
Asimismo, destacó que la Fiscalía tiene conocimiento de que probablemente habría tres personas más hospitalizadas en Ecuador, aunque no ofreció más detalles al respecto.
Por los hechos cuatro agentes de la Policía Antinarcóticos fueron suspendidos de sus cargos y 35 más fueron trasladados de Tumaco a Bogotá en las últimas horas para que estén a disposición de las diferentes investigaciones, inclusive las que adelanta la inspección de la Policía Nacional.
Mendoza señaló que de ese modo la policía está "facilitando información a las autoridades" y que los agentes llegaron en las últimas horas a Bogotá para atender citaciones de los procesos judiciales o disciplinarios en procura de esclarecer los hechos.
El trasladado de los policías desde Tumaco hasta la capital de Colombia se produjo luego de que el ministro de Defensa del país, Luis Carlos Villegas, anunció que el grupo de agentes sería traído a esta ciudad para que quedaran a disposición de las autoridades que investigan el hecho, entre ellas la Fiscalía y la Procuraduría.
Según versiones de los campesinos, los policías dispararon contra los manifestantes a quemarropa, lo que causó la muerte de seis de ellos y heridas a al menos una veintena más.
La policía, por su parte, sostuvo que los hechos fueron responsabilidad de una facción disidente de las antiguas guerrillas de las FARC, que incitó a los campesinos a formar el cordón humanitario y que luego disparó contra los agentes y los campesinos y lanzó cilindros de gas a modo de morteros.
Sin embargo, los cultivadores negaron que en el momento de los hechos hubiera disidentes de las FARC y argumentaron que ninguno de los policías resultó herido o muerto, como sí ocurrió con los campesinos.