La medida ayudará a reanimar el programa de lanzamientos espaciales desde la plataforma marítima de los cohetes portadores Zenit, de diseño ucraniano y de fabricación conjunta ruso-ucraniana, a pesar del cese de cooperación directa entre los dos países por decisión de Kiev en 2014.
La parte rusa reanudará la producción de los motores RD-171 y de otros componentes para los Zenit, que hasta 2013 fueron producidos en serie por la planta Yuzhmash de Dnepropetrovsk. Pese a que son de diseño ucraniano, la proporción de componentes rusos en el cohete llegará a un 85%, de los 70% que tenía en el pasado.
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Las piezas producidas en Rusia serán enviadas a EEUU a la empresa filial S7 Sea Launch Limited. El montaje de los cohetes con partes rusas y ucranianas se llevará a cabo en Long Beach, donde se encuentra el buque auxiliar del cosmódromo.
De allá el cohete llegará a la plataforma de lanzamiento, ubicada prácticamente en el centro del océano Pacífico.
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Los componentes ucranianos y rusos serían entregados a Kazajistán, donde se organizaría en ensamblaje final del cohete en el territorio del cosmódromo.
En ambos casos el inconveniente de la ruptura de las relaciones entre Kiev y Moscú se evitaría.