"La sociedad catalana está dando en el mundo una imagen de pacifismo", afirma la dirigente de la UGT de Cataluña, que se integra dentro de la Mesa por la Democracia, la plataforma convocante del paro.
Durante la celebración del referéndum de autodeterminación del 1 de octubre —convocado de manera unilateral por el Gobierno catalán en contra de las resoluciones del Tribunal Constitucional—, los agentes de Guardia Civil y Policía Nacional, que tenían órdenes de impedir la votación, protagonizaron múltiples escenas de enfrentamiento con la ciudadanía que acudió a las urnas.
Según datos del Departamento de Salud del Gobierno catalán, la actuación de estos cuerpos de seguridad hizo que un total de 893 civiles tuvieran que ser atendidos por los servicios de emergencias.
"El paro de país está transcurriendo de forma pacífica, como la ciudadanía quería que transcurriese la jornada del 1 de octubre", destaca Pelay.
"No estamos hablando un conflicto laboral, estamos hablando de un conflicto social y político que va más allá del ámbito laboral", relata.
Pelay también subraya que en ningún caso debe interpretarse que la movilización de este 3 de octubre ampara posiciones independentistas ya que está convocada "en defensa de los derechos humanos".
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La situación de crisis institucional en Cataluña, concluye la vicesecretaria de UGT, requiere que tanto el Gobierno central como el Ejecutivo catalán entablen vías de negociación y se sienten para "buscar una solución que pase por el diálogo, el entendimiento y el pacto".