"La demanda a nosotros de inscribirnos en esta ley es ilegal, esto es lo que nos dicen juristas estadounidenses, que esta demanda es ilegal y que contradice la legislación de Estados Unidos", dijo en declaraciones a la cadena de televisión rusa Canal 1.
"Y después de ello, ¿cuántos empleados quedarán con nosotros? Yo me iría si me lo solicitaran, porque mis hijos y su seguridad es más importante para mí", manifestó.
Subrayó que "ningún medio de comunicación tiene derecho a exigir estos sacrificios a sus empleados".
La nueva legislación "supone numerosas demandas semejantes, por ejemplo deberemos informar de todos con quienes hablamos, enviar todas las entrevistas", señaló.
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Simonián apuntó que las autoridades de EEUU no pueden cerrar la cadena, porque la comunidad internacional podría calificarlo de violación de la libertad de expresión contra el medio.
"Por ello hacen todo para que no estemos capaz de trabajar, pues cuando una cadena se encuentra en una situación en la que está obligada a fallar a sus propios empleados, el canal pierda las posiciones y solo le queda la opción de cerrarse", explicó.
A principios de septiembre, el Departamento de Justicia de EEUU obligó a la empresa que presta servicios al canal RT America a inscribirse como agente extranjero.
A la Cámara de Representantes del Congreso de EEUU fue presentado previamente un proyecto de ley para cambiar los requisitos de registro de agentes extranjeros de acuerdo con la FARA (siglas en inglés de la Ley de Inscripción de Agentes Extranjeros).
Según el borrador, el Departamento de Justicia de EEUU –al que pertenece el FBI– estaría autorizado a enjuiciar a organizaciones que "de manera ilegal" intentan influir en los procesos políticos del país.
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La medida fue criticada por parte de la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, quien apuntó el jueves pasado que "la aplicación selectiva y claramente politizada de la legislación a un medio ruso supondrá una limitación de la libertad de expresión, que garantiza la Constitución de EEUU".