"No cabe ninguna duda de que es una decisión política", declaró Simonián.
"No pasaba un día sin que los mayores periódicos estadounidenses, y los medios occidentales en general, publicaran algún artículo diciendo que somos la mano del Kremlin, la propaganda rusa, pero no ha funcionado", señaló.
La demanda de registrarse en calidad de agente extranjero, según ella, "podría implicar restricciones que simplemente no dejarán trabajar" en EEUU.
"Es el precio de la cacareada libertad de palabra que habían inventado nuestros colegas occidentales y que ellos mismos enterraron con bombos y platillos", concluyó la directora de RT.
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Simonián se mostró convencida de que Rusia tomará medidas simétricas que, a la larga, no benefician a ninguna parte.