"No sabemos qué va a pasar en los próximos días, pero sí sabemos lo que no va a pasar: no va a haber un referéndum legal, acordado y vinculante con reconocimiento internacional", afirmó la diputada de Ciudadanos en el Parlamento de Cataluña.
Para sustentar esta afirmación, Sonia Sierra recuerda que el Tribunal Constitucional español suspendió tanto la convocatoria del referéndum como la ley que ampara la consulta, que fue aprobada "de manera ilegal" en el Parlamento catalán.
"Lo aprobaron de una forma que no es legal ya que, de acuerdo con el Estatuto catalán [la máxima norma autonómica], para una decisión de tanto calado es necesario un mínimo de 90 escaños y el independentismo solo tiene 72", relata.
En adición, la representante de Ciudadanos acusa al Gobierno catalán de "saltarse la ley que ellos mismos aprobaron sin estar capacitados" porque "la ley del referéndum establece que debe haber una Sindicatura Electoral, pero fue disuelta".
El 22 de septiembre el Ejecutivo catalán ordenó la disolución de este órgano —encargado de los preparativos de la consulta y de velar por cumplir con los estándares electorales— alegando motivos de "fuerza mayor" después de que el Tribunal Constitucional español dictase multas de hasta 12.000 euros diarios para sus integrantes.
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"Faltan hasta a su propia ley ilegal", resume en un claro tono de hartazgo Sonia Sierra, que rechaza valorar la actuación judicial y policial de España en la que se escudó el Gobierno catalán para la toma de esta decisión.
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Aunque desde Ciudadanos dicen preferir no opinar sobre "qué hacen o qué dejan de hacer los jueces", Sierra subraya que las decisiones judiciales tienen "todo su respeto" porque "se hacen de acuerdo a la ley".
"Lo que está sucediendo es lo que sucedería en cualquier país democrático de nuestro entorno: si hay unas denuncias sobre la posible comisión de un delito se investiga", termina zanjando.
En el fondo, concluye Sierra, la convocatoria del 1 de octubre es solo "una excusa" del independentismo para, de una forma o de otra, intentar proclamar la independencia.
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En su opinión, el independentismo se sacó de la manga el asunto del referéndum tras las elecciones de septiembre de 2015, donde "se presentaron con una declaración de independencia en el programa electoral pero no consiguieron el apoyo de la población, sacando menos del 50% de los votos".
"Quieren declarar la independencia y es lo que van a hacer, porque no existe un referéndum como tal, no se dan las características que debe tener un referéndum", resume.