"Nosotros pensamos que el 1 de octubre no tiene ningún tipo de validez legal porque es algo que han organizado los partidos separatistas al margen de la legalidad española, saltándose incluso la legalidad catalana y aprobando unas leyes en el Parlamento de Cataluña por una mayoría simple cuando estas requieren de dos tercios de la Cámara. La consecuencia es un 'no referéndum' que no tiene ningún tipo de validez jurídico ni legal", sostuvo Mejía.
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Ciutadans, que obtuvo el 17,9% de los votos en las últimas elecciones al Parlamento de Cataluña —en 2015—, y que se define a sí mismo como un partido de centro, alerta de que "el acto que pretenden que se celebre el 1 de octubre tendrá como única consecuencia confrontar a la sociedad catalana", algo que, afirmó, "ya puede verse".
El independentismo, un peligroso ejemplo a seguir
"La Unión Europea se ha mostrado contraria al proceso independentista a través de su Comisión, pero tendría que dar una respuesta más contundente y tener presente que lo que está pasando en Cataluña puede ser un ejemplo para otros territorios de sus Estados miembro", afirmó.
Control de los medios de comunicación
El parlamentario achacó el auge independentista a una "campaña desinformativa" protagonizada por los medios de comunicación públicos catalanes que, recuerda, "son pagados con los impuestos de todos los ciudadanos de Cataluña" y defiende que han sido estos mismos medios los que durante años han repetido el mensaje de "España nos roba", que finalmente ha calado en la población.
"Solo hay que ver la televisión catalana durante un día para darse cuenta de lo tendenciosa que es", denunció.
Una mayoría silenciosa
Tras ser preguntado por la razón por la que en Cataluña las manifestaciones y los actos en contra del referéndum y en contra de la independencia son menos multitudinarios y frecuentes que los que están a favor, Mejía declaró que "hay una parte de los catalanes que tiene miedo a decir que está en contra de la independencia".
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Aquellos que se muestran contrarios a la posición del Gobierno catalán, sostuvo, se sienten perseguidos y, a veces, "se les llama españolistas de manera despectiva e, incluso, fascistas".
España es reformable
"Evidentemente España es reformable, [pero] dentro del marco legal".
"Ciutadans siempre ha apostado, frente al inmovilismo del Partido Popular y el radicalismo de los independentistas, por reformar la Constitución de 1978", sostuvo, aunque recordó que "esta [Carta Magna] nos ha regalado los mejores años de democracia en España".
Con una Constitución mejorada, aseguró, el voto de los catalanes en una consulta por la independencia sería mayoritario a favor del 'no'.
"Por algo los datos de Cataluña nos dicen que los principales problemas de la ciudadanía son la corrupción, el paro y la sanidad", recordó el diputado, que considera que el debate soberanista no está entre las principales preocupaciones de los catalanes.