Durante dos años, gracias a los esfuerzos conjuntos de todas las fuerzas antiterroristas, los yihadistas de Daesh —autoproclamado Estado islámico, proscrito en Rusia y otros países— fueron expulsados de la mayor parte del territorio antes ocupado por la organización.
Mientras que en 2015 Daesh controlaba alrededor de 50% del territorio de Siria, en 2017 los terroristas mantienen ocupado solo el 19% del país. En los últimos meses, han sido liberadas más de 600 localidades, incluyendo una de las ciudades más grandes del país y el punto estratégico más importante, Alepo, lo que hizo posible que más de 140.000 personas regresaran a sus hogares.
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Gracias a la liberación de los territorios petrolíferos de Siria y a la destrucción de la infraestructura petrolera de los terroristas, Daesh tuvo serias dificultades con la financiación. Hace dos años, el ingreso mensual promedio del grupo alcanzaba 81 millones de dólares, pero en 2017 ha sido solo de 16 millones de dólares.
"Sin duda se trata de logros de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, así como de los consejeros militares rusos", señala Sazhin.
En la lucha contra los grupos terroristas, por primera vez se probaron en combate los aviones estratégicos de largo alcance, los misiles submarinos y de superficie de los buques de la flotilla del Caspio, así como armas novedosas, como los misiles Kalibr y Kh-101.
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"De hecho, se trata de una presentación importante de la potencia militar de Rusia dentro de la política de disuasión", analiza Sazhin.
No obstante, Rusia no solo combatió contra los terroristas en Siria, sino también proporcionó todo tipo de ayuda humanitaria a la población, incluyendo asistencia médica y abastecimiento de alimentos.
"Gracias a Rusia, la situación en Siria ha cambiado", asegura el politólogo.
A pesar de que los enfrentamientos armados continúan, la idea de la tregua se difundió entre un gran número de combatientes de diferentes bandos. Se han creado zonas de distensión, donde Rusia, Estados Unidos, Jordania, Turquía e Irán actúan como garantes de la calma.
"Está claro que el proceso de desarrollo del conflicto sirio está entrando en una nueva fase: la lucha política y diplomática por el futuro de Siria", subraya Sazhin.
El experto observa que ahora Siria está controlada por varias fuerzas político-militares: el Gobierno de Bashar Asad, apoyado por Rusia, Irán y los grupos pro-iraníes; los kurdos, respaldados por EEUU; el Ejército libre sirio, opositor a Damasco, que cuenta con el apoyo de Turquía y los turcomanos sirios; y finalmente los restos de Daesh con sus aliados terroristas.
Por lo tanto, los observadores opinan que sería demasiado optimista calificar la mayor parte de Siria liberada de los terroristas como un solo estado.
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Por lo tanto, una división no oficial de Siria permanecerá durante mucho tiempo, puesto que los objetivos en la Siria de posguerra de las partes interesadas son muy diferentes, agrega el analista.
"En este contexto, parece poco probable que las fuerzas armadas extranjeras que operan en Siria, abandonen pronto este país. Esto también se refiere al contingente de las tropas rusas, que seguirán defendiendo los intereses de Rusia en Siria y en todo Oriente Medio", concluye Vladímir Sazhin.