"Lo estamos evaluando", afirmó Tillerson durante el programa de televisión 'Face the Nation', a la vez que subrayó que se trataba de un asunto grave.

Según los informes médicos, al menos 21 estadounidenses han sufrido daños en la Embajada de EEUU en La Habana. No se han podido esclarecer ni las causas ni los posibles autores de los daños.
El Departamento de Estado de EEUU fue informado a finales de 2016 de los "síntomas físicos" que presentaba su personal diplomático en Cuba y que consistían en la pérdida de audición, náuseas, dolores de cabeza y mareos.
La Cancillería cubana aseveró el 9 de agosto que se tomó "con suma seriedad este asunto y actuó con celeridad y profesionalismo para el esclarecimiento de esta situación, iniciando una investigación exhaustiva, prioritaria y urgente", y reiteró "la disposición a cooperar para lograr el esclarecimiento" de lo ocurrido.
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