"En cuanto a Guta (Oriental) y Homs, puedo decir que allí ya están desplegados observadores rusos", dijo Lavréntiev en una entrevista concedida a la cadena Rossiya 24.
El jefe de la delegación rusa explicó que las zonas de seguridad se crean para un plazo de seis meses con posibilidad de prórroga.
"El plazo (de la posible prórroga) dependerá de la situación sobre el terreno, solo se puede esperar que sea el más corto posible", declaró.
Lavréntiev aseguró además que Rusia no tiene por objetivo estratégico consolidarse en Siria.
"Nuestro objetivo es la lucha contra el terrorismo internacional que amenaza los intereses nacionales de Rusia", resaltó.
La primera zona fue activada el pasado 9 de julio en las provincias de Al Quneitra, Suwaida y Deraa, en el suroeste del país, en virtud de un acuerdo logrado por EEUU, Rusia y Jordania.
Dos semanas después se puso en marcha la segunda zona de distensión en Guta Oriental (suburbio de Damasco) gracias a un pacto entre representantes del Ministerio ruso de Defensa y de la oposición moderada siria.
En la sexta reunión sobre Siria en Astaná celebrada los días 14 y 15 de septiembre, Rusia, Turquía e Irán —los países garantes de la normalización en el país árabe— anunciaron la creación definitiva de la cuarta zona de seguridad en la provincia siria de Idlib.
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Las consultas de Astaná, copatrocinadas por Rusia, Turquía e Irán, comenzaron en enero de 2017 y buscan consolidar el armisticio y allanar el camino a una solución política del conflicto en Siria.