"Los últimos datos apuntan a 391.000 personas en las últimas tres semanas", dijo.
Según Lom, que se encuentra en la ciudad de Cox's Bazar en Bangladés, todos los refugiados están agotados y desnutridos y tienen lesiones causadas por la violencia de la que escaparon.
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A su vez, el portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tarik Jasarevic, comunicó que su organismo tiene previsto lanzar en Cox's Bazar a partir del 16 de septiembre una campaña de vacunación contra el sarampión y la poliomielitis para 150.000 niños rohinyás refugiados.
El secretario de prensa del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), Andrej Majecic, confirmó también que la situación en la provincia birmana de Rakáin habitada por rohinyás en las últimas tres semanas "ha hecho de esta crisis una de las crisis que crecieron más rápido en los últimos años".
Los militares y agentes de seguridad de Birmania están llevando a cabo una operación en Rakáin contra el grupo radical rohinyá que el 25 de agosto pasado atacó varios puestos policiales y cuarteles del Ejército en este estado, los enfrentamientos provocaron la muerte a más de 400 personas.
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Los rohinyás se establecieron en Arakán (antiguo nombre de Rakáin) a finales del siglo XIX y a principios del XX, durante la época colonial cuando los británicos alentaron su traslado desde Bengala Occidental a un territorio con escasa mano de obra agrícola.
Birmania, una nación mayoritariamente budista, deniega ciudadanía y derechos civiles a esta comunidad musulmana de unos 1,1 millones de personas, alegando que son inmigrantes bengalíes.