"No es de interés nacional dejarles estar aquí, el Gobierno no cederá ante ningún tipo de presión", dijo Ahir citado por la agencia IANS.
"Pueden mantener ciertos lazos, por eso decimos estas cosas, el Gobierno considera que (los migrantes) representan una amenaza", aseveró.
Recordó que las autoridades anteriores de la India permitieron a los rohinyás entrar en el país "en pequeño número" y afirmó que "ahora el Gobierno decidió no dejarles aquí".
"Explico, no son indios, son migrantes ilegales, no podemos fiarnos de ellos", resaltó.
El problema se agudizó tras la activación del conflicto en el estado birmano de Rakáin, entre los rohinyás y la población autóctona, que lleva años produciéndose.
Los militares de Birmania están llevando a cabo una operación en Rakáin contra el grupo radical rohinyá que el 25 de agosto pasado atacó varios puestos policiales y cuarteles del Ejército en este estado.
Lea más: EAU envía ayuda humanitaria a Bangladés para refugiados rohinyá
Birmania, una nación mayoritariamente budista, deniega ciudadanía y derechos civiles a esta comunidad musulmana de unos 1,1 millones de personas, alegando que son inmigrantes bengalíes.