"Me siento totalmente frustrada tras escuchar al juez", declaró Marcia Haynes, funcionaria jubilada con familiares directamente afectados por la tragedia.
Sir Martin rechazó una de las principales demandas de las víctimas: la inclusión en el panel de expertos de la investigación de al menos un representante de la comunidad de Kensington Norte, donde aún se levanta el rascacielos Grenfell.
El juez justificó su decisión en aras de la imparcialidad de la encuesta sobre las causas de la tragedia que le encomendó la primera ministra Theresa May el pasado junio.
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Al menos 80 personas murieron en el incendio, según datos policiales, y más de 200 de acuerdo con cálculos de los mismos vecinos.
"No podemos confiar en este juez cuando dice tan claramente que él no confía en nuestra comunidad y no permitirá que tengamos una voz en la encuesta", protestó a Sputnik una madre del colectivo We Can Cry, que literalmente llora por los hijos perdidos en el fuego.
"Asesinos" se lee sobre una imagen de la torre carbonizada impresa en su vestido.
Por la espalda suben unas manos ensangrentadas en torno a las siglas RBKC, en referencia al rico Ayuntamiento de Kensington y Chelsea, que aprobó la reforma de su edificio de viviendas sociales pese a que se instalaron materiales combustibles.
"Quien aprobó ese trabajo, porqué alojaron personas discapacitadas en la torre, porque un ayuntamiento con reservas millonarias ignora las quejas de los más pobres…", apunta Haynes.
Pero la lucha continua porque, como reta Haynes en su entrevista con esta agencia, "no permitiremos que se olviden de Grenfell".
La hija y el nieto de esta exfuncionaria británica siguen sin un techo permanente tres meses después de ser evacuados de su piso en la falda de la torre incendiada.