"No sé si se cansarán, pero yo no me voy a cansar; quien tiene la sed de justicia que yo tengo no se cansa", dijo Lula en referencia a la persecución judicial y mediática de la que dijo ser víctima.
El exmandatario añadió que "si tienen miedo de que sea candidato (en las elecciones de 2018) que lo tengan".
En su discurso ante miembros del Partido de los Trabajadores (PT), integrantes de movimientos sociales de izquierda, sindicalistas y otros simpatizantes, Lula reiteró su inocencia, pero no entró en los detalles de la acusación.
"No se preocupen con las declaraciones que tengo que prestar, vendré a Curitiba las veces que haga falta, porque la verdad prevalecerá sobre la mentira", dijo Lula a sus seguidores, pidiendo que los que lo acusan tengan la "dignidad" de pedirle disculpas cuando quede probado que no robó ni un centavo.
"Quien pagó el pato fue el pueblo de Irak", dijo Lula.
El exmandatario dijo estar "orgulloso" de que después de más de dos años en el centro de las investigaciones, con su vida siendo registrada minuciosamente, nadie haya encontrado "una única verdad" para condenarlo.
El líder izquierdista no se detuvo en rebatir los argumentos del exministro Antonio Palocci, quien recientemente lo acusó de recibir un "paquete de sobornos" y de haber firmado un "pacto de sangre" con los directivos de Odebrecht.
"Ése es el gran delito por el que me quieren condenar: hacer que la gente coma tres veces al día", proclamó Lula, a modo de ejemplo.
Lula ya había comparecido ante el juez Moro en mayo por otro proceso, relacionado con sobornos de la constructora OAS, por el que finalmente fue condenado a nueve años y medio de cárcel, aunque la sentencia tiene que ser confirmada en segunda instancia para que sea definitiva.