Al reunirse con el subsecretario de Estado de EEUU para asuntos políticos, Thomas Shannon, en Helsinki, el vicecanciller ruso "llamó a dejar de destruir las relaciones ruso-estadounidenses y de socavar el derecho internacional —algo que entraña graves consecuencias— y a empezar a buscar soluciones a los problemas pendientes", dice un comunicado publicado en la página web del ente.
"Rusia volvió a expresar su rechazo a las acciones hostiles de EEUU y sus atentados contra la inmunidad diplomática" rusa, subrayó la Cancillería.
Se añade que Riabkov también "llamó la atención a otras acciones inaceptables de EEUU, incluido el creciente número de detenciones de ciudadanos rusos por los servicios especiales estadounidenses en terceros países".
"Algunos pasos contra nuestras representaciones diplomáticas y consulados se dieron de tal manera que de hecho no nos dejaron tiempo para reaccionar, por tanto no vamos a tardar en tomar nuestras medidas de ese tipo", declaró.
Tampoco descartó que "se restrinjan las posibilidades de desplazarse normalmente en Rusia para los diplomáticos estadounidenses", aunque se rehusó a dar más detalles.
"El único principio básico e inmudable de nuestro enfoque a ese tema es la paridad", enfatizó Riabkov.
Preguntado por si Rusia puede tomar medidas de respuesta en el plazo de un mes, dijo: "No pienso que se trate de un período tan largo".
El vicecanciller ruso anunció que el martes 12 de septiembre discutirá con Shannon sobre todos los temas de la estabilidad estratégica, incluida la defensa antimisiles.
"La estabilidad estratégica incluye toda una serie de aspectos, que van desde las armas nucleares estratégicas (…) el espacio, ataque global inmediato y la defensa antimisiles; todo eso se debatirá mañana (martes)", puntualizó.
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En diciembre de 2016, el Gobierno de EEUU encabezado entonces por Barack Obama expulsó a 35 diplomáticos rusos y ordenó el cierre de dos mansiones diplomáticas rusas en Centreville, Maryland y Oyster Bay, Nueva York, en respuesta a la supuesta interferencia de Moscú en las elecciones presidenciales estadounidenses, lo que Rusia ha negado reiteradamente.
El 27 de julio el Congreso de EEUU aprobó un nuevo paquete de sanciones contra Rusia y al día siguiente el Ministerio de Exteriores ruso propuso al Gobierno estadounidense recortar la plantilla de sus legaciones diplomáticas y consulares en el país a 455 personas, el mismo número que Rusia tiene en territorio estadounidense.
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A finales de agosto, el Departamento de Estado de EEUU pidió a Rusia desalojar su Consulado General en San Francisco y dos oficinas diplomáticas más, una en Nueva York y la otra en Washington, poniendo como fecha límite el 2 de septiembre.
El Ministerio ruso de Exteriores cumplió la petición de Washington pero la calificó como un acto hostil y una burda violación del derecho internacional.