"Queremos mejorar nuestras relaciones y no queremos ese intercambio de medidas diplomáticas bajo el principio de "ojo por ojo", dijo Nauert en una rueda de prensa.
Las relaciones diplomáticas entre Moscú y Washington han tenido considerables problemas en los últimos meses.
El presidente Vladímir Putin anunció que Rusia no se rebajaría a una "diplomacia primitiva" y se reservaría el derecho a tomar contramedidas en función de la política que aplique la nueva administración estadounidense, la de Donald Trump que asumió como presidente de EEUU en enero pasado.
Sin embargo, el 27 de julio el Congreso de EEUU aprobó un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, y al día siguiente el Ministerio de Exteriores ruso propuso al Gobierno estadounidense recortar a 455 personas la plantilla de sus legaciones diplomáticas y consulares en el país para el 1 de septiembre, en respuesta "a política muy agresiva en los asuntos internacionales" de Estados Unidos.
Según Washington, la medida fue tomada "siguiendo el espíritu de igualdad invocado" por Rusia.
Moscú calificó la acción un acto hostil y una burda violación del derecho internacional.