La 'aventura siria de Putin', como irónicamente bautizaron los medios mainstream a la operación militar de Rusia en el país árabe, se inició el 30 de septiembre de 2015 a petición del presidente Bashar Asad. La participación de Moscú en el conflicto está resultando ser bastante exitosa, considera el periodista Alexéi Gladkij, en un artículo para el medio ruso Life.
Sin embargo, la última victoria en Deir Ezzor no comportó la derrota total de los terroristas, que siguen ocupando vastas regiones en el noreste de Siria.
"El Ejército sirio se prepara para la batalla final con Daesh, pero incluso en caso de victoria, esta guerra no terminará para los sirios. Tampoco para el resto del mundo", destacó.
"Cabe suponer que estos factores [estratégicos] fueron decisivos para la operación que se acabó ejecutando", explicó el periodista.
Ahora, el Ejército sirio ha decidido tomarse un pequeño respiro en la ofensiva y está reforzando sus posiciones, además de patrullar los territorios liberados para acabar con la presencia de yihadistas en la zona y acumular tropas cerca de Deir Ezzor, a través de la 'carretera de la vida'.
Desde el punto de vista del experto, "la cantidad de militares que se encuentra en la región hace constatar que la siguiente ofensiva podría llegar a convertirse en la batalla más importante de toda la historia del conflicto".
En Deir Ezzor y sus alrededores también están presentes los miembros de Liwa al Quds, un grupo sirio-palestino que ya participó en la liberación de Alepo, y las unidades de Hizbulá. Además, también se ha visto a miembros de las fuerzas de designación especial de Rusia. Anteriormente, estos especialistas apoyaron la liberación de Palmira.
En la carretera que lleva desde esta antigua ciudad a Deir Ezzor fueron detectados decenas de tanques T-55, T-62, T-72, cañones de artillería autopropulsada 2C1 Gvozdika —Clavel, en ruso—, así como artillería remolcada como obuses D-30 y Msta-B —estas últimas armas probablemente aportadas por Rusia—.
— monitoring (@warsmonitoring) 7 сентября 2017 г.
Además, se hicieron llegar a la ciudad puentes flotantes —PMP, por sus siglas en ruso— y el remolcador fluvial BMK-130.
No obstante, desplegar tropas en la otra orilla del Éufrates podría resultar difícil para las fuerzas de Asad si Deir Ezzor sigue siendo bloqueada por los terroristas, prosigue el periodista.
Por otra parte, al norte de Deir Ezzor se encuentran las milicias kurdas apoyadas por EEUU. A pesar de que oficialmente son aliadas de las tropas gubernamentales sirias, podrían entrar en competición con las fuerzas de Asad por el control del territorio, señaló Gladkij.
Tal vez por eso parece que a las autoridades sirias les beneficie que las principales fuerzas kurdas estén enfrascadas en la batalla por la liberación de Al Raqa o concentradas en el norte del país para hacer frente a una posible invasión de Turquía, analiza el periodista.
Mientras tanto, a pesar de las enormes pérdidas que sufrieron en el último mes, los terroristas todavía hacen gala de un impresionante potencial ofensivo. Durante casi medio año, unidades terroristas se han ido desplazando hasta Deir Ezzor provenientes de Irak y Al Raqa. La importante presencia de miembros de Daesh en la zona sería suficiente, sostuvo el analista, para plantar cara a una operación de asalto de la otra orilla del Éufrates por parte de las fuerzas gubernamentales.
"Es importante subrayar que la victoria en el conflicto por Deir Ezzor no implica un triunfo automático y completo sobre Daesh. Se trata solo de una derrota estratégica para los terroristas", apuntó Gladkij.
El autor compara el fracaso de los yihadistas con el desmoronamiento de los nazis tras la decivisa batalla de Kursk —durante la Gran Guerra Patria—, que privó a Hitler de la iniciativa en el conflicto y la columna vertebral de su poderoso Ejército.
El experto vaticina que, en el futuro, Daesh se centrará en la defensa del territorio que controla, al suroeste de Deir Ezzor, y realizará solamente algunos ataques de diversión.
Además, es muy probable que los terroristas recurran a su táctica preferida: los combates urbanos. Este tipo de batallas privará a las fuerzas sirias del apoyo de la aviación rusa y permitirá a los terroristas realizar ataques suicidas, una de sus 'especialidades'.
Lea más: Cómo las Fuerzas Aeroespaciales descabezan a Daesh
La importante bolsa de terroristas que queda en territorio iraquí, junto a la frontera siria, también planteará problemas para las tropas de Asad. Gladkij considera que "sería imprudente" dejarlos allí.
La victoria de Siria sobre Daesh en Deir Ezzor no puede cerrar el conflicto y el gran desafío que ahora se plantea es el arraigo de este grupo terrorista en Irak, Afganistán, Egipto, Libia y Filipinas, pero también en Europa, donde pueden ocultarse partidarios de la organización.
"Además de los terroristas, existen intereses geopolíticos de diferentes países que desde hace siglos no dejan que se enfríe el caldero hirviente llamado Oriente Medio", resumió periodista.