El equipo colombiano de Búsqueda de personas no identificadas se encuentra en Argentina compartiendo experiencias con el Banco Nacional de Datos Genéticos y aprendiendo el proceso de identificación con el Equipo Argentino de Antropología Forense, con más de 30 años de experiencia.
En 2011 comenzó la tercera fase de este programa, se trata de la implementación del perfil genético de desaparecidos en Colombia. En este momento se están hilando las diferentes líneas de trabajo en dos áreas específicas: se relaciona el análisis del ADN mitocondrial de restos esqueletizados y los procesos de búsqueda en cementerios, para la extracción e identificación de cuerpos.
"La identificación de los cuerpos es considerada una medida de restitución de derechos. Es una forma de fortalecer los procesos de verdad y justicia. Compartimos nuestra experiencia bajo una misma lógica a pesar de que las razones de la violencia sean diferentes. Pero tenemos algo en común: la búsqueda de los desaparecidos", explicó.
Colombia tiene más de 15 años de trabajo en exhumaciones, tanto en cementerios como en fosas comunes. El proceso de recuperación del cuerpo se realiza a través de diferentes técnicas y metodologías. Las huellas digitales, los restos dentales, la genética y la antropología forense son parte de los elementos y técnicas utilizadas para restituir la identidad. Pero existen algunas limitaciones.
En Colombia, el Banco Genético nació en 2010 y se reglamentó cinco años después. El equipo interdisciplinario está compuesto por los tres laboratorios de identificación genética forense a cargo del Instituto Nacional de Medicina Legal, de la división de la Policía Nacional de Colombia y la Fiscalía General de la Nación.
"Hasta el momento han desarrollado su tarea de manera exitosa pero necesitan mayor financiamiento, personal e infraestructura. Esperamos que sigan trabajando ante este nuevo reto que será la implementación de los acuerdos de paz específicamente en lo que se relaciona con la búsqueda de los desaparecidos", apuntó.
El banco tiene representados unos 300 grupos familiares que todavía buscan a sus niños apropiados junto a sus padres o nacidos en cautiverio. Tiene además unas 10.000 muestras de jóvenes que se han presentado para saber si ellos pueden pertenecer a esos grupos familiares. "Es realmente una base de datos enorme", señaló Herrera.