"También hablamos (…) sobre la postura de Rusia respecto a la crisis en el Golfo, la necesidad de atajar esta crisis lo antes posible, preservar la unidad del Consejo de Cooperación, apoyar los esfuerzos del emir de Kuwait; el Estado de Catar la aplaude (la postura rusa) y agradece al presidente de Rusia su postura", dijo Thani en rueda de prensa tras reunirse con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov.
"Comentamos al ministro [ruso, Serguéi Lavrov] todo lo relacionado a la iniciativa de Kuwait y las cartas que envió el emir a todos los países del Consejo de Cooperación del Golfo, con un llamado al diálogo directo sin condiciones previas, y el único país que respondió fue Catar", señaló el diplomático catarí.
Según el canciller, su país "respondió en días contados, sin embargo, ni uno de los demás países que implementaron el bloqueo respondieron a las cartas".
"Pienso que es una política especial por parte de ellos, no responder, ignorar los esfuerzos mediadores de Kuwait o de cualquier otro país amigo, especialmente luego de que el enviado especial de EEUU presentase una serie de propuestas a las cuales tampoco respondió nadie", comentó.
"Confiamos que tendremos un curso claro en dirección a la solución de esta crisis sin condiciones previas", añadió.
A su vez, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó este 30 de agosto que la crisis diplomática entre Catar y cuatro países árabes debe resolverse en el marco del Consejo de Cooperación del Golfo.
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"Creemos que no es necesario porque hay suficientes propuestas para impulsar el diálogo", añadió.
Lavrov reafirmó que a Rusia le "interesa que el Consejo de Cooperación del Golfo mantenga su unidad y fortaleza, y que contribuya a resolver los problemas regionales".
"Hay suficientes problemas ahí como para crear dificultades adicionales", añadió.
Al bloqueo diplomático se sumaron posteriormente varios países más, aliados del cuarteto liderado por Riad.
Para normalizar las relaciones, los promotores del boicot presentaron a Catar 13 condiciones, entre ellas, el cierre de la cadena de televisión Al Jazeera, la ruptura de los vínculos con Irán y con el movimiento de los Hermanos Musulmanes, así como el desmantelamiento de una base militar turca.
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El Gobierno de Catar calificó de injustificado el bloqueo diplomático y de inviables las condiciones para levantarlo.