"No se debe olvidar que Rusia y Estados Unidos —las dos mayores potencias nucleares— tienen una responsabilidad especial por la estabilidad y la seguridad global", dijo el diplomático en una entrevista concedida al diario ruso Kommersant.
Antónov señaló que la confrontación entre EEUU y Rusia no tiene futuro y tampoco tendrá ganadores.
Antonov también comentó que serían muy importantes los encuentros entre los jefes de los servicios secretos de Rusia y de Estados Unidos.
"En el contexto de la lucha contra el terrorismo internacional serían muy importantes los encuentros de los jefes del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) y del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) con sus colegas de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y de la Agencia Central de Inteligencia (CIA)", dijo Antónov.
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Además, continuó el embajador, Moscú propone establecer contactos entre el Consejo de Seguridad de Rusia y el Consejo de Seguridad Nacional de EEUU para combatir juntos al terrorismo y hacer frente a las amenazas cibernéticas.
"Serían unos contactos de trabajo que contribuirían a la lucha contra el terrorismo y las amenazas cibernéticas asegurando la estabilidad estratégica", remarcó el embajador de Rusia en Washington.
Potencial para la cooperación
Rusia y EEUU tienen un gran potencial para la cooperación en distintos ámbitos, declaró el embajador.
"En las relaciones ruso-estadounidenses hay problemas evidentes y bastante graves, pero también existe un gran potencial para la cooperación mutuamente beneficiosa en varias esferas", dijo Antónov en una entrevista con el periódico Kommersant.
El diplomático subrayó que Rusia quisiera aprovechar esas oportunidades y normalizar el diálogo con EEUU para buscar respuestas colectivas a las amenazas y desafíos comunes.
Acciones antirrusas
Estados Unidos debería poner fin a sus iniciativas antirrusas, dijo Antónov.
"Es hora de parar, no se puede siempre seguir el camino de la multiplicación de acciones antirrusas", dijo en una entrevista publicada por el diario Kommersant, en vísperas de partir a EEUU.
Agregó que es posible mejorar las relaciones bilaterales "solo basándose en los principios fundamentales de la igualdad, el respeto real de los intereses y la no injerencia en los asuntos internos del uno y el otro, sin intentos de chantaje ni de imponer su voluntad".
Antónov, exviceministro de Exteriores y de Defensa, fue nombrado embajador de Rusia en EEUU el 21 de agosto de 2017 por un decreto del presidente Vladímir Putin.
El diplomático calificó las nuevas sanciones contra Rusia, promulgadas el 2 de agosto por el presidente estadounidense Donald Trump, como un "grave golpe a las relaciones bilaterales y las oportunidades de cooperación constructiva".
Al mismo tiempo, destacó que Moscú "nunca ha pedido ni pedirá levantar las sanciones".
"En este caso la pelota está del lado de Washington", enfatizó.
El nuevo embajador prometió también que tratará de mejorar las relaciones entre Rusia y EEUU.
Abogó también por reanudar las reuniones cuatripartitas entre los ministros de Exteriores y Defensa de ambos países, la última de las cuales se celebró en 2013, así como por establecer un contacto de trabajo regular entre los titulares de Defensa, Serguéi Shoigú y James Mattis.
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Antónov comentó que en marzo de 2017 Moscú trasladó a Washington un plan para mejorar las relaciones bilaterales y en particular luchar contra el terrorismo, el narcotráfico, la proliferación de armas de destrucción masiva y la ciberdelincuencia.
"Estamos debatiendo esas cuestiones con los socios estadounidenses, pero no es un secreto que los enfoques del nuevo equipo de Washington sobre muchos temas de la agenda internacional todavía no se han formado", concluyó.
Las relaciones entre Rusia y EEUU empeoraron recientemente.
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A finales del año pasado, la Administración del expresidente estadounidense Barack Obama expulsó a 35 diplomáticos rusos con el argumento de que estaban vinculados al espionaje e impuso sanciones a nueve entidades e individuos rusos por la supuesta "injerencia en las elecciones en EEUU" y la "presión ejercida sobre los diplomáticos estadounidenses que trabajan en Rusia".
A finales de julio pasado, el Ministerio de Exteriores ruso exigió al Gobierno estadounidense reducir hasta 455 personas la plantilla de sus legaciones diplomáticas y consulares en el país para el próximo 1 de septiembre, decisión que implica recortar 755 personas.
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Además, se mantienen las sanciones impuestas por la anterior Administración estadounidense por la reincorporación de Crimea a Rusia —ocurrida en 2014 en virtud de un referendúm que culminó con un aplastante sí— y por la supuesta implicación rusa en la crisis en la vecina Ucrania, hecho que Moscú ha negado en repetidas ocasiones.