"Aparecerá una realidad totalmente nueva, las tragedias serán innumerables", dijo a los periodistas.
Riabkov destacó la necesidad de luchar "con todas las fuerzas" contra una posible guerra en la península.
"Debemos prevenirlo de cualquier manera", insistió.
"El resultado principal de esta reunión debe llegar a ser la conciencia de que las medidas de fuerza son totalmente inadmisibles (…) y las sanciones tampoco dan soluciones", expresó Riabkov instando a elaborar un mecanismo político para resolver el problema de la desnuclearización de la península.
"Esto supone prevenir las provocativas acciones de Pyongyang y también la tensión militar por parte de EEUU y sus aliados en la región", explicó.
El viceministro abogó por implementar las ideas de Rusia y China respecto al problema norcoreano.
Le puede interesar: La ministra de Exteriores surcoreana pidió a Rusia influir en Corea del Norte
Moscú y Pekín se pronuncian a favor de la llamada "congelación simultánea", es decir, que Corea del Norte abandone su programa de armas nucleares y misiles balísticos y EEUU y Corea del Sur las maniobras militares, aunque Washington rechazó la iniciativa y Pyongyang la dejó sin respuesta.
Fue la decimotercera prueba en lo que va de año, incluyendo el lanzamiento de dos supuestos misiles intercontinentales capaces de alcanzar el territorio de EEUU, y la segunda después de un cruce de amenazas que tuvo lugar entre Washington y Pyongyang a mediados de agosto.
Lea más: La OTAN condena el último lanzamiento de misil de Corea del Norte
Más tarde, las dos partes bajaron el tono de su retórica: el líder norcoreano, Kim Jong-un, anunció que pospone el plan a la espera de que Washington dé pasos hacia la distensión en la península de Corea y Trump calificó de sabia su decisión.
En 2016, Pyongyang realizó más de 20 ensayos de misiles balísticos, además de la cuarta y la quinta pruebas nucleares, pese a las prohibiciones del Consejo de Seguridad de la ONU.