Agentes federales y migratorios "liberaron a 133 extranjeros provenientes de Guatemala, El Salvador y Honduras", señaló en un reporte la PGR.
"Tras recibir una denuncia anónima que refería que en un domicilio ubicado en una ranchería del municipio de Centro, Tabasco, se encontraban aproximadamente 100 migrantes secuestrados; elementos investigadores acudieron a dicho lugar, donde encontraron a varias personas", dice el parte oficial de la fiscalía federal.
Al realizar la revisión del lugar, los agentes "encontraron 133 personas extranjeras hacinadas, 34 de ellos menores de edad, provenientes de Guatemala, El Salvador y Honduras, y se logró la detención de dos personas", precisa el comunicado.
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Los dos detenidos quedaron a disposición del Ministerio Público federal, que inició una carpeta de investigación en la que son acusados por el "delito de privación ilegal de la libertad en agravio de los extranjeros".
Ninguna declaración de los extranjeros ni de los detenidos fue difundida por la fiscalía federal.
La PGR, a través de la subprocuraduría de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo expresó finalmente su compromiso de "velar por los Derechos Humanos de los extranjeros que no acreditan su estancia legal en el país", lo que significa que serán detenidos y deportados como migrantes ilegales.
Violencia y narcotráfico
La cancillería de México informó que en 2016 unas 400.000 personas centroamericanas sin documentos atravesaron el territorio mexicano, en un informe al "Encuentro sobre Prosperidad y Seguridad, en Centroamérica", celebrado en Miami a mediados de junio de este año.
Esos tres países son los más afectados por la violencia de las pandillas y el narcotráfico, que son el origen de los mayores flujos migratorios hacia EEUU que pasan por México.
Por su parte, EEUU deporta anualmente otros 200.000 indocumentados anualmente, según cifras oficiales del departamento de Seguridad Interior estadounidense.
Víctimas de abusos
Los migrantes suelen ser víctimas de extorsiones, abusos, violaciones, secuestro y trata de personas por cárteles del crimen organizado e incluso, en algunas ocasiones, de autoridades cómplices.
El pasado 22 de agosto se cumplieron siete años de la llamada "Masacre de San Fernando", perpetrada en el estado mexicano de Tamaulipas (noreste, fronterizo con EEUU) por narcotraficantes del cartel de Los Zetas, fundado por militares desertores.
Ese día fueron ejecutados 72 migrantes (58 hombres y 14 mujeres), la mayoría centroamericanos, en una bodega situada en el municipio de San Fernando, en la ruta de migrantes y narcotráfico hacia EEUU.