"Si Rusia forma parte de un equipo mediador integrado por otros estados y no es solamente Rusia, pues bienvenido sea; por ejemplo si participan Rusia y un país como Argentina sería aceptable porque estarían las dos caras de la moneda y eso pudiera dar garantía de un equilibrio", dijo De Michele, profesora de la Universidad Central de Venezuela y experta en inteligencia y contrainteligencia.
"Creo que Rusia puede ayudar en este momento difícil, porque tiene unas estrechas relaciones con Venezuela, y por ello puede contribuir al diálogo", declaró Parolin.
Lavrov contestó que muchos "actores externos" pueden contribuir a ese diálogo.
"Desde un primer momento hemos respaldado las iniciativas de la Santa Sede para reconciliar a las partes (enfrentadas en Venezuela) y este enfoque sigue siendo totalmente válido en la situación actual", dijo Lavrov.
Pero la internacionalista recordó que la oposición puede poner reparos a una mediación de Rusia sin incluir una parte que no esté identificada con el Gobierno de Nicolás Maduro.
"Para nadie es un secreto los fuertes intereses comerciales que hay en la relación entre Rusia y Venezuela y que son intereses que han venido signados por el actual Gobierno venezolano, pero también se debe acotar que probablemente el Vaticano tenga información que nosotros no manejamos y por ello plantea a Rusia", añadió.
Ese acuerdo incluía trabajar por la paz, sumar esfuerzos para combatir "la agresión a la economía" nacional, levantar el desacato impuesto por el Tribunal Supremo de Justicia a la Asamblea Nacional (parlamento unicameral, de mayoría opositora) y abordar la situación de los políticos detenidos.
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Maduro dijo el 22 de agosto que su Gobierno mantiene permanentes contactos privados con la oposición.
Sin embargo, la dirigencia opositora replicó que el diálogo como tal no se ha retomado.
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El diputado opositor y dirigente de la Mesa de la Unidad Democrática, Henry Ramos Allup, sostuvo que no dialogaba con el oficialismo desde hacía más de un año.
"Uno de los temas más recurrentes en el discurso de Nicolás Maduro es el diálogo y la paz, pero él no hace nada para respaldar esa petición. ¿Cómo se crea un diálogo si lo que haces es incitar a la otra parte con la que se supone que quieres llegar a un acuerdo?", cuestionó Allup en entrevista con Globovisión.
De Michele no pone en duda que exista algún tipo de conversación.
"Es lo normal en un sistema democrático que exista el diálogo y constitucionalmente Venezuela tiene un sistema democrático", acotó.
La experta destacó que a su juicio la única forma de que un diálogo de esta naturaleza pueda ser exitoso es que se lleve a cabo fuera de los reflectores.
"Hay varios fantasmas que habría que ahuyentar, no creo que un diálogo entre las diversas fuerzas vivas venezolanas tenga que darse necesariamente frente a una cámara de televisión, frente a un micrófono de radio, no tiene que ser así", agregó.
Sin embargo, en Venezuela existe una gran desconfianza hacia los principales líderes del oficialismo y de la oposición y eso hace dudar acerca de la conveniencia de un diálogo a puerta cerrada, reconoció la analista.
Lo importante es recordar que un diálogo permite a las partes hablar a su contrario y, de alguna forma, acercarse entre sí, insistió.
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Cuando las conversaciones se hacen públicas se desvirtúa ese objetivo y los líderes se enfocan en hablar a sus seguidores, lo que "garantiza el fracaso de un proceso de este tipo", concluyó.
Con la reciente decisión de despojar a la Asamblea Nacional de sus facultades legislativas, la oposición perdió su única presencia en los poderes públicos, que quedaron sometidos a la recién instalada y oficialista Asamblea Nacional Constituyente, en cuya elección se negó a participar.