"Desde el inicio de la crisis venezolana apoyamos la iniciativa de la Santa Sede para reconciliar a las partes enfrentadas en Venezuela, estamos convencidos de que este enfoque sigue siendo relevante en la situación actual", dijo Lavrov en una rueda de prensa.
Asimismo llamó a los agentes externos a que no escalen la situación en Venezuela y contribuyan a la paz y la armonía en el país.
"Los actores externos que incitan a la oposición a duros enfrentamientos con las autoridades y que también no excluyen el uso de la fuerza, por supuesto, socavan los esfuerzos de aquellos que están sinceramente interesados en la restauración de la paz, la tranquilidad y la estabilidad en Venezuela".
Por su parte el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, declaró que Rusia podría contribuir a la resolución de la crisis en Venezuela.
"Creo que Rusia podría ayudar en este momento difícil", dijo.
Rusia y Venezuela, subrayó, mantienen relaciones estrechas con lo cual, continuó, "Rusia podría contribuir a las negociaciones".
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Parolin subrayó que las negociaciones son la única vía para resolver la crisis en Venezuela.
Lavrov, a su vez, supuso que los actores externos podrían ayudar a solventar la crisis en el país latinoamerciano.
"Lo más importante es que las fuerzas externas llamen a las partes enfrentadas en Venezuela a la reconciliación nacional, a elaborar compromisos que hagan posible el desarrollo tranquilo del país partiendo de los intereses de todas las capas de sociedad y fuerzas políticas", subrayó Lavrov.
La violencia se recrudeció semanas antes de la votación para la conformación de la Asamblea Nacional Constituyente, cuyos resultados no fueron reconocidos por la oposición ni por once países latinoamericanos.
El 5 de agosto el Gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, instaló la Asamblea Constituyente.
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El nuevo órgano cuenta con facultades por encima de los poderes públicos y ha anunciado que sesionará durante dos años.
