"A tasa anual, la inflación fue de 6,59%, en tanto que en el año anterior fue de 2,8%", según el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), informó el organismo estatal.
Sin embargo, a diferencia de los boletines anteriores, el resultado es mayor que el esperado por los analistas en los precios más estables: "el índice de precios subyacente presentó un aumento de 0,20% quincenal y una tasa anual de 5,02%".
Ese aumento representa el mayor crecimiento de ese indicador desde 2009, año del estallido de la crisis financiera mundial por la quiebra de grandes compañías crediticias en EEUU.
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El crecimiento de ese indicador subyacente es muy relevante para los mercados financieros, porque es el componente medular de la inflación general.
En cuanto al índice de precios no subyacente, que considera precios más volátiles de acuerdo a las estaciones del año, se elevó un 0,64% quincenal, pero en su comparación anual fue de un elevado 11,60%, según los datos oficiales.
Por otra parte, ese subíndice mostró un incremento como consecuencia de un incremento quincenal de 0,41% en los precios de las mercancías, el mayor desde la primera quincena de marzo, lo cual contrasta con los servicios, que se mantuvieron estancados con un marginal 0,02% de aumento, muestran los cuadros que acompañan el reporte.
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Al interior del índice de precios no subyacente, se registró una disminución de las presiones inflacionarias en los precios de los productos agropecuarios.
En efecto, los precios de los productos agropecuarios mostraron un alza moderada de 0,87%, mientras que los productos energéticos y tarifas autorizadas por el Gobierno de 0,49%, puntualiza el reporte del instituto federal de estadísticas.