Un médico que examinó a diplomáticos estadounidenses y canadienses asignados a la capital cubana les diagnosticó dolencias tan graves como daño cerebral leve con posible compromiso del sistema nervioso central, según historias clínicas citadas por el medio CBS News.
Los síntomas reportados por los afectados incluían pérdida de audición, náuseas, dolores de cabeza y mareos, según CBS News.
El médico incluyó en las historias clínicas una advertencia sobre los riesgos que podrían correr los afectados si continuaba su exposición al mismo agente externo.
Las autoridades están investigando si el personal diplomático fue objeto de algún tipo de ataque sonoro dirigido hacia sus viviendas, que fueron suministradas por el Gobierno cubano.
El personal afectado fue sometido a una amplia batería de pruebas y análisis y un médico estadounidense viajó a Cuba este año para controlar la salud de los funcionarios de la embajada.
El Departamento de Estado sostuvo que todavía no identificó la fuente del problema, pero recordó a las autoridades cubanas sus obligaciones internacionales de proteger a los diplomáticos destacados en su territorio.
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Además, la cancillería estadounidense expulsó el 23 de mayo a dos diplomáticos cubanos de la embajada en Washington, como medida de represalia.
En el mismo texto, La Habana aseguró que fue notificada de este incidente el 17 de febrero de este año por la embajada de EEUU y el Departamento de Estado.
El Gobierno cubano añadió que tomó "con suma seriedad este asunto y actuó con celeridad y profesionalismo para el esclarecimiento de esta situación, iniciando una investigación exhaustiva, prioritaria y urgente".
La Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 obliga a los países a proteger la integridad de los agentes diplomáticos extranjeros y del personal local empleado en todas las misiones desplegadas en sus territorios.