El Departamento de Estado de EEUU acusó a La Habana de haber perpetrado "ataques acústicos" por medio de equipos especiales contra varios funcionarios de su misión diplomática, tras lo cual expulsó a dos diplomáticos cubanos de la embajada de Cuba en Washington.
En particular, dos diplomáticos estadounidenses perdieron sus capacidades auditivas y no pudieron retornar a Cuba.
En junio, cinco diplomáticos canadienses y miembros de sus familias presentaron los mismos síntomas.
El canal de televisión afirmó que los ataques perpetrados con un arma desconocida tenían lugar en altas horas de la noche, cuando los diplomáticos dormían, provocándoles mareos inmediatos, dolores de cabeza y pérdida de la audición.
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Los funcionarios aseveran que el "arma" creaba un sonido semejante al zumbido de un insecto o el chirriar de un objeto metálico sobre el piso.

Los diplomáticos norteamericanos informaron que en algunos casos las "armas sónicas" se encontraban adentro o afuera de las residencias.
Durante varios meses EEUU y Cuba discutieron en secreto el tema.
Las autoridades norteamericanas destacan que Cuba se tomó en serie este asunto y permitió a agentes del FBI y la policía canadiense a ingresar en su territorio para realizar las investigaciones correspondientes, señaló el canal.
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En casas de los diplomáticos se realizaron registros, sin embargo no se halló ningún equipo capaz de realizar este tipo de ataques.