El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, también llamó a deshacerse del dólar y comprar oro y liras turcas.
Mientras tanto, el vicepresidente de la Casa de monedas de oro, Alexéi Viázovski, opinó que Rusia compra el oro sobre la base de dos factores.
"Primero, nuestro Banco Central se está asegurado contra una posible incautación de reservas de oro y divisas en el exterior. Las sanciones se están endureciendo. En Irán, las reservas, invertidas en bonos de tesorería, fueron arrestadas. Y en caso del oro, se guarda tranquilamente en la calle Neglínnaya —donde se encuentra el edificio del Banco Central de Rusia—. En segundo lugar, compramos oro porque es una medida de apoyo a la industria minera, que ahora está en auge", explicó al diario Pravda.ru.
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Sin embargo, según el experto, el regreso al sistema del patrón oro es imposible puesto que los volúmenes del comercio mundial son enormes, y se necesita algún tipo de moneda de reserva.
"Que no sea el dólar, pero alguna otra divisa debe aparecer. Nada es eterno, y los imperios tienden a colapsar. Así, en algún momento, la moneda más común en el mundo fue la del Imperio Romano", comentó.
Además, según el especialista, existe el problema del llamado oro de papel (futuros, opciones y otros derivados), que deberían abonarse por el suministro de oro. No obstante, solo el 2-3% de las transacciones en la bolsa de Londres o Chicago terminan con un suministro físico del metal.
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De acuerdo con Viázovski, con la compra del oro Rusia busca diversificar las reservas.
"No estamos compitiendo con nadie, ni China, ni la India. Existe una norma establecida para los bancos centrales del mundo de cuánto oro deben tener. Incluso sin sanciones por parte de Occidente, habría que aumentar las reservas de oro porque es una simple necesidad para cumplir con las normas internacionales", concluyó.