Los datos del estudio, que forman parte del proyecto estadounidense 'Election Integrity Project', analizan la información electoral de la que se dispone desde 2011 hasta 2015, y ha sido el conocido analista estadounidense Deroy Murdock quien ha cotejado esos datos en National Review.
"Unos tres millones y medio de personas de más de los que están realmente vivos figuran registradas para votar en EEUU. Esta alarmante diferencia se lo pone muy fácil al fraude electoral", dice Murdock.
Según los datos, 11 condados de California tienen fantasmas entre sus votantes. En el condado de Los Ángeles, el más grande de EEUU, la cosa no pinta mejor: 707.475 votantes pueden votar pero no están vivos; el 12% de los votantes registrados.
El condado californiano de San Diego gana por goleada y el pucherazo es mayúsculo: 810.966 votos que nadie sabe de dónde salen. En Colorado, 159.373 votos sobran y en Michigan, 225.235.
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Murdock espera que sus datos animen a los miembros del partido Demócrata a participar en el esfuerzo de los legisladores para 'limpiar' los registros de los votantes en EEUU.
En caso contrario, "será más fácil cometer fraude electoral", tal y como lo advierte el republicano Kris Kobach, el secretario del Estado de Kansas (alto funcionario responsable del proceso electoral y la calidad de varios registros, entre otras tareas) y conocido luchador contra los las irregularidades electorales.
"Consideren el fraude electoral una trampa de los Republicanos o una táctica de los Demócratas. Todos [los estadounidenses] deberíamos coincidir en que ya es la hora de expulsar a los votantes 'fantasma' de las listas electorales", concluye el analista.