Según los datos de la policía, se celebraron 26 operaciones policiales en 12 ciudades del país que se saldaron con 21 narcotraficantes abatidos.
Asimismo, la policía detuvo a 64 sospechosos de tráfico de drogas y confiscó 21 unidades de armas de fuego y 100 gramos de metanfetamina.
Elegido en mayo de 2016 como presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte apuesta por una lucha sin cuartel contra los drogadictos y narcotraficantes.
Desde el 1 de julio de 2016, la policía y otros cuerpos de seguridad filipinos llevaron a cabo 61.592 operaciones antidrogas, que resultaron en la detención de 82.607 personas y en la muerte de otras 3.116, según los datos correspondientes al 9 de junio de 2017.
La comunidad internacional condenó en reiteradas ocasiones la política del líder filipino, quien declaró que sería feliz si los tres millones de drogadictos filipinos fueran asesinados.