La víspera, el mandatario filipino y el presidente electo de EEUU mantuvieron una conversación telefónica que duró siete minutos.
Durante la conversación, Trump invitó a Duterte visitar la Casa Blanca en 2017.
"Y también deseó éxito a mi campaña", dijo Duterte al concluir la llamada.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, elegido en mayo, aboga por una lucha sin cuartel contra drogadictos y narcotraficantes.
Según la policía, desde que Duterte asumió el cargo, fueron asesinadas en el país cerca de 3.000 personas relacionadas con el narcotráfico o el consumo de las drogas.
La comunidad mundial condenó en reiteradas ocasiones la iniciativa del líder filipino, que comparó con anterioridad su política con la de Hitler y declaró que sería feliz si los tres millones de drogadictos filipinos fueran asesinados.
Duterte declaró con anterioridad que su país podría abandonar la ONU en respuesta a las críticas por parte de la organización de los homicidios en el marco de la campaña antidrogas.