Según Petrov, el pago de esta suma recaería en los contribuyentes surcoreanos, puesto que la población de Corea del Norte es dos veces menor y su nivel de formación profesional es mucho más bajo que en el sur.
El investigador subrayó que se trata de unas sumas aproximativas ya que se desconocen las circunstancias en las que se produciría la teórica reunificación de la península.
Lea también: Los ministros de Exteriores de Corea del Norte y Corea del Sur se reúnen en Manila
De acuerdo con el analista, la mayor parte de las inversiones sería destinada a infraestructuras, puesto que la de Corea del Norte se encuentra en muy mal estado. No obstante, el país está creciendo poco a poco, a pesar de las sanciones y el aislamiento tanto interior como exterior.
El experto opinó que el proceso de reunificación no sería muy largo.
"Hace diez años, cuando Corea del Norte y Corea del Sur comenzaron a cooperar como parte de la 'política del Sol', los dos países tenían proyectos comerciales y turísticos viables. (…) Se discutía el desarrollo de las instalaciones portuarias de la península coreana, vías férreas, carreteras, e incluso la posibilidad de extender la red eléctrica desde Rusia, así como el ferrocarril desde China y el Transiberiano a la península de Corea", recordó Petrov.
Desde aquel momento, ambos países detuvieron la cooperación comercial y cerraron las zonas de colaboración. Las familias, separadas desde la Guerra de Corea, volvieron a perder la oportunidad de verse y ahora ni siquiera pueden llamarse o cartearse.
"Creo que Corea del Sur tiene que pensar dos veces si realmente necesita un solo Gobierno en la península", sugirió.
Más: ¿Qué opinan los surcoreanos sobre el diálogo con Corea del Norte?
El analista no hizo pronósticos acerca de la probabilidad de que Corea del Norte acepte la reunificación, pero aseguró que la administración de Kim Jong-un "no es propensa al suicidio".
"No creo que Corea del Norte ansíe ver el 'Armagedón nuclear' en la península coreana. En mi opinión, la diplomacia prevaldrá. Las noticias de que el Gobierno estadounidense está dispuesto a mantener negociaciones con los norcoreanos nos dan alguna esperanza de que la guerra no es inevitable", concluyó.