La mera existencia de esas zonas, según Shoigú, significa que grupos rebeldes han sido separados de los terroristas.
"No hay bandidos ahí, y en caso de que los hubiera, la oposición que está dentro de la respectiva zona de distensión debe combatirlos", señaló en una entrevista con la televisión Rossiya 24.
Shoigú también instó a llevar la ayuda humanitarias a esas zonas, al afirmar que "están totalmente abiertas" para tales suministros.
Asimismo, el ministro resaltó el éxito de la operación antiterrorista en Siria en los meses recientes.
En los últimos dos meses, según él, el territorio bajo el control de Damasco se multiplicó por 2,5.
El pasado 9 de julio se activó la primera zona de distensión en las provincias de Al Quneitra, Suwaida y Deraa, en el suroeste de Siria, fruto de un acuerdo entre EEUU, Rusia y Jordania que se comprometieron a utilizar su influencia en las partes en conflicto para frenar la violencia.
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La segunda zona de distensión, en Guta Oriental, empezó a funcionar el 22 de julio gracias a un acuerdo entre representantes del Ministerio ruso de Defensa y de la oposición moderada siria, y el 3 de agosto entró en vigor la tercera zona, que se sitúa al norte de Homs.