Según el medio, hasta hace relativamente poco Rusia mantuvo una actitud prudente respecto a la crisis yemení y trató de mantener una distancia entre todas las partes del conflicto. Sin embargo, recientemente, han empezado a detectarse señales de que Moscú está cambiando su enfoque.
Hace un par de años, el anterior presidente del país árabe, Alí Abdulá Salé, había propuesto a Moscú construir una base de la Armada rusa en territorio yemení. En aquel entonces, Salé llegó a proponer a la parte rusa que utilizara bases militares, aeródromos y puertos de Yemen.
Hoy en día, el actual presidente del país, Abdrabuh Mansur Hadi, y el ex presidente Salé, se encuentran en bandos opuestos del conflicto armado que vive el país. Hadi huyó a Arabia Saudí, que lanzó una ofensiva contra los partidarios de la minoría chií de Yemen, apoyada por Salé.
Lea más: EEUU hará todo lo posible para evitar la presencia militar rusa en Cuba
Curiosamente, la presencia rusa en el país sería provechosa para ambos grupos, señala Mareb Press.
No obstante, los yemeníes esperan que Rusia se implique en el conflicto y no permita que su país quede dividido en zonas de influencia de los países del golfo Pérsico, EEUU y Reino Unido. Además, quieren que los rusos impidan la "agresión bárbara de la coalición saudí", profundizó Axiónov.
El autor de la nota subrayó que ambas partes del conflicto confían en Moscú, razón por la cual el país eslavo podría desempeñar el papel de mediador para acabar con la guerra civil yemení.
Precedentes históricos
La afortunada ubicación geográfica de la base soviética en Yemen siempre fue muy provechosa, dado que desde el punto de vista geoestratégico se trataba de un punto clave, explica el excomandante en jefe de la Armada rusa, el almirante Félix Grómov, que estuvo al mando de la Escuadra del Índico entre los años 1982 y 1984.
El militar retirado puso de relieve que el golfo de Adén es el lugar donde se entrelazan las rutas comerciales más importantes. La navegación en esta área históricamente ha sido muy intensa, de modo que tener una base militar en esta zona sería una gran ventaja, destacó.
¿Y ahora qué?
"Antes de empezar a crear una base rusa tenemos que entender primero qué fuerzas políticas yemeníes proponen construir dicha instalación y si estas fuerzas son estables y representan la opinión de la mayoría de la élite yemení. Son cuestiones políticas", declaró el exmilitar.
El entrevistado recalcó que la posible base rusa en la zona debe tener carácter permanente, en caso contrario, no tiene mucho sentido construirla. Por ahora la situación inestable en este país árabe favorece muy poco la creación de una instalación rusa, concluyó Grómov.