"Las sanciones económicas y comerciales impuestas por la Unión Europea (UE) y EEUU contra Rusia afectaron gravemente la economía de Italia, que en 2013 fue el segundo exportador europeo a Rusia", dice el borrador presentado al Consejo regional de Véneto.
El texto indica que "las sanciones desataron una guerra comercial que afecta gravemente todos los ámbitos (…), desde la producción de productos alimenticios hasta la industria textil y la automotriz".
El documento menciona que las autoridades de Véneto habían aprobado la decisión de utilizar cualesquiera oportunidades políticas y diplomáticas para superar el régimen de sanciones entre la UE y Rusia, pero al analizar los procesos que están pasando en el escenario internacional, llegaron a la conclusión que las sanciones podrían prolongarse por tiempo indeterminado, lo que provocaría la pérdida de los segmentos del mercado ruso habituales para los empresarios italianos.
A ese respecto en el texto de la resolución se destaca que el pasado 27 de junio las autoridades de Véneto y de la provincia rusa de Vorónezh firmaron un acuerdo de amistad y cooperación entre las dos regiones.
Los miembros del Consejo regional de Véneto se oponen a las sanciones económicas contra Rusia y llaman al Gobierno y al Parlamento italianos, así como a las instituciones europeas, a revisar sus relaciones económicas con Moscú.
Además, los legisladores proponen a la junta provincial (órgano del poder ejecutivo) seguir aumentando la cooperación con las regiones rusas en los ámbitos de cultura, economía y comercio, así como buscar las vías para desarrollar las relaciones con Rusia que contribuyan a mitigar los efectos negativos de sanciones.
Las relaciones entre Moscú y Occidente sufrieron un profundo deterioro tras la reincorporación de Crimea a Rusia en marzo de 2014 en virtud de un referendo que culminó con un aplastante sí, y por el conflicto armado interno en el este de Ucrania que estalló aquel mismo año.
EEUU, la Unión Europea y otros países aprobaron varios paquetes de sanciones contra Rusia, que respondió con un embargo a las importaciones agroalimentarias provenientes de esos países.