El Banco Mundial especificó que los estragos causados por la guerra civil, que comenzó en 2011, se cifran en 226.000 millones de dólares, lo que supera en cuatro veces el PIB de Siria de un año antes del inicio del conflicto armado.
La guerra en Siria destruyó las comunicaciones y la infraestructura, así como dio lugar a la aparición de innumerables refugiados y aumentó el precio de los artículos de primera necesidad, en particular de la comida, según pone de relieve el análisis de la situación realizada por la agencia FAN.
Según escribe el autor del artículo, Nikita Rastorgúyev, los dos únicos aspectos que pueden ayudar a Bashar Asad a volver a sacar a flote la economía del país árabe son el petróleo y el gas. Gracias al empeño de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, Siria ya ha logrado restablecer el control sobre la mayor parte de las regiones donde se encuentran los yacimientos de hidrocarburos.
De hecho, la gobernación de Deir Ezzor es el lugar donde se han concentrado el resto de las tropas yihadistas de Daesh en Siria. Aquí llegaban los radicales que se habían retirado de Al Raqa y Mosul.
Los terroristas están interesados en mantener el control sobre el área, sobre todo a causa de la existencia de dichos yacimientos de petróleo y gas, que son abundantes en Deir Ezzor.
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El entrevistado considera que Bashar Asad necesita imperiosamente liberar Deir Ezzor, dado que esta área cuenta con innumerables posibilidades para reflotar rápidamente la economía de Siria. El analista subrayó que esta zona debe ser liberada por el Ejército Árabe Sirio en cooperación con las Fuerzas Aeroespaciales rusas.