"La guerra contra Siria en los últimos seis años tuvo consecuencias negativas para la situación social y económica, especialmente para los grupos de la población más vulnerables como mujeres, mayores, personas con discapacidades y familias de los refugiados", dijo Qadiri.
"Todo esto provocó el cierre de muchos instituciones y entidades sociales como centros de tutela y asilos de ancianos, además de 13 centros de asistencia para discapacitados", comunicó la ministra.
Qadiri añadió que durante la guerra en Siria surgieron la trata de personas, el reclutamiento y todo tipo de explotación, incluido de los menores de edad.
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Además Qadiri subrayó que cerca de 300.000 sirios se quedaron sin trabajo desde el inicio del conflicto en el país en 2011.
"El número de los desempleados en el sector privado (…) alcanzó las 298.457 personas", dijo Qadiri.
Los datos abarcan el período desde 2011 hasta junio de 2017.
Añadió que algunas compañías sirias trabajan parcialmente a causa de los ataques y los saqueos que realizan los terroristas.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
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Según datos de altos cargos de la ONU, entre 300.000 y 400.000 personas perdieron la vida en el conflicto.