Los prestatarios crimeos con deudas ante los bancos ucranianos tienen el derecho de solicitar al Fondo para la Protección de los Depositantes (FZV, por sus siglas en ruso), establecido por la Agencia de Garantía de Depósitos de Rusia (ASV, por sus siglas en ruso), un permiso para negar cualquier relación con personas que tengan el derecho a exigir la devolución de la deuda. El FZV, por su parte, está obligado a informar a los servicios de cobro de deudas de dicha solicitud. La ley también aumenta los poderes del fondo para la reestructuración de las deudas de los prestatarios.
La Duma del Estado de Rusia aprobó el proyecto de ley en lectura final el 19 de julio. El presidente del Comité de la Duma para los mercados financieros, Anatoli Axákov, señaló que la nueva ley fue adoptada debido a las acciones en Crimea de "los llamados servicios de cobro de deudas, que después de haber comprado las deudas de los bancos del país vecino comenzaron a aterrorizar a la población local y a las empresas".
Según el jefe de la república rusa de Crimea, Serguéi Axiónov, la ley protegerá a alrededor de 200.000 residentes de Crimea y permitirá amortizar préstamos por un monto de hasta cinco millones de rublos por persona (casi 83.600 dólares). "Este proyecto de ley proporciona una máxima protección de los derechos de la población de Crimea", subrayó Axiónov.
La historia de los préstamos se remonta al 2014. Después de que Crimea se reunificó con Rusia, una parte de las organizaciones ucranianas de crédito, antes de irse de la península, logró vender a las agencias de cobro locales información sobre los préstamos ya entregados a la población crimea, según Moskovskij Komsomolets.
Muchos crimeos pagaron sus deudas a estas agencias; sin embargo, no recibieron documentos oficiales que comprobaran la transacción. Posteriormente, algunos bancos ucranianos comenzaron a reclamar de nuevo el pago a los crimeos que ya habían liquidado sus deudas. Los agentes judiciales comenzaron a embargar las propiedades de los 'deudores'.
Entre aquellos afectados por esta injusticia se encontraban, por ejemplo, varios empresarios que tenían previsto cultivar arroz en la península. No obstante, todos sus planes se vieron frustrados debido al bloqueo ucraniano a Crimea.